Diferencias entre finanzas personales y las de mi pyme
- Business COACH Javier Maldonado
- 1 sept 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 dic 2020

Puede parecer muy obvio, pero si no tenemos claros estos conceptos fundamentales podemos cometer errores muy, pero muy graves de los que después nos va a costar muchísimo trabajo (y dinero) salir.
Sin duda alguna, el ejemplo perfecto de una mala práctica en el mundo de los números y las finanzas para las pymes es combinar tus cuentas personales con las de tu negocio.
Pero, ¿cómo saber que estamos cometiendo este error?
Con un pequeño y rápido cuestionario de diagnóstico.
¿Has dicho lo siguiente:?
“Mi negocio siempre tendrá saldo en caso de necesidad personal, para eso es.”
“Puedo llevar un control de los gastos personales y los empresariales, sé llevar las cuentas”
“A mi empresa le va bien, no hay problema en gastar un poco más en necesidades personales”
“Mi negocio todavía no está generando ganancias, pero aportar un poco más de recursos de mi bolsillo le da más tiempo para subsistir”.
Si tu respuesta a cualquiera de las anteriores situaciones fue ''sí'', entonces tus finanzas personales y las de tu pyme son una misma y eso no es precisamente una idea romántica como la de Timbiriche.
Más bien todo lo contrario y de hecho, es de los errores más comunes de las pequeñas y medianas empresas.
A esto se le llama ''exceso de confianza''.
Pero a todo esto, ¿cuál es la diferencia entre las finanzas personales y las de tu pyme?
Ya sabemos el error que NO debemos cometer, pero falta aprender a diferenciar qué es qué.
Primero que nada, es necesario entender que, aunque todas están relacionadas al manejo y control de los ingresos y egresos, las finanzas tienen características distintas entre sí al momento de ponerlas en práctica.
De forma general, las finanzas son una rama de la economía que se encarga de estudiar los movimientos, administración y obtención del dinero por parte de personas, empresas o estados para lograr sus objetivos financieros, y de esta manera orientarse en la toma de decisiones económicas correctas para evitar riesgos.
Hay de varios tipos, pero por ahora abarcaremos 2.
Finanzas personales
Las finanzas personales son las que usamos día a día y se refieren a la manera cómo administramos nuestros ingresos y en qué los gastamos.
Este tipo de finanzas las aprendemos desde muy pequeños gracias a nuestros padres como por ejemplo con las mesadas. Aquí entra en papel del ahorro y los gastos pueden determinar qué tanto pueden lograr con el dinero.
¿Te acuerdas cuando ahorraste lo suficiente para comprar tu primer juguete por ti mismo?
En la vida adulta, implica el presupuesto que hacemos con el salario y cómo lo administramos.
Aquí entran la renta, servicios, lujos, deudas, etc.
Finanzas corporativas o empresariales
Las finanzas corporativas se refieren a la manera en que las empresas comienzan a crear valores y la forma en que estas los mantienen de forma eficiente en el uso financiero. Estas mantienen su inversión y generan ganancias.
Normalmente las finanzas corporativas se dividen en varios tipos:
Decisiones orientadas a la inversión.
Decisiones orientadas a la financiación.
Decisiones directivas.
Como ves, son cosas COMPLETAMENTE diferentes y una más compleja que la otra, pues de las finanzas empresariales no sólo dependes tú, sino los empleados que tengas, sus familias y el éxito del negocio.
Ahora, si bien es cierto que que las finanzas de tu pyme son parte de tu patrimonio, debes considerar, pero debes considerar que ellas funciona como ente aparte y deben mantener su propio orden en sus presupuestos.
¿Quieres saber las consecuencias de no hacerlo?
1. Tener cuentas mezcladas dificulta el acceso a créditos empresariales
Si te encuentras ante la posibilidad de crecer tu negocio, herramientas como los créditos empresariales te pueden ayudar en tus planes de inversión o expansión.
Si no mantienes claros los estados financieros de tu pyme, será mucho más complicado que cualquier entidad financiera confíe en tu empresa para otorgarle un crédito.
Recuerda que uno de los requisitos para acceder a este tipo de oportunidades es mantener cuentas claras sobre las finanzas de tu negocio.
2. Complicas tu contabilidad
Al momento de elaborar informes de contabilidad, resultará enredado resolver el origen y el destino de algunos recursos.
Con cuentas mezcladas, elaborar la contabilidad de tu empresa resulta en una misión tardada y que implica un doble trabajo, ya que una vez que logras separar tus ingresos y egresos personales con los del negocio, debes elaborar un informe distinto de cada rubro.
3. Es más difícil tomar decisiones para tu negocio
Si no sabes dónde está parada tu pyme, mucho menos podrás saber hacia dónde avanzar. Cargarle a tu cuenta empresarial tus gastos personales reduce las ganancias que el negocio necesita para operar de manera sustentable.
4. Usar el dinero personal en tu empresa puede traer mayores pérdidas
Si has estado ante una situación complicada quizás hayas considerado oportuno darle una “ayudadita” a tu pyme.
Sin embargo, considera el factor de riesgo que arrojen tus estados financieros y comprueba si vale la pena inyectar capital a un negocio que tal vez no está funcionando de la mejor forma posible.
A largo plazo puede representar no sólo la descapitalización de tu empresa sino también un impacto negativo en las finanzas personales.
Recuerda que es importante considerar el riesgo de tu negocio como si fueses un accionista del mismo, aunque seas el único dueño.
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